Imagina que mañana tienes un examen de la asignatura que pero se te da, si ya dejaste atrás los estudios, recuerda la asignatura que peor se te daba. Ahora me gustaría que pensaras que mañana tienes un exámen de esa asignatura y el resto de la semana también tendrás uno o varios exámenes de lo mismo. Supongo que solo de pensarlo te ha entrado un enorme agobio. Pues eso es lo que les pasa a las personas que tienen un problema de imagen corporal, o a muchas personas con trastornos alimentarios, que tienen un examen constante de su cuerpo, una comparación injusta con cuerpos ajenos, es decir, comparo lo que menos me gusta de mí y lo que más me gusta de la otra persona.
Esta comparación y examen continuo lleva a un intenso sufrimiento, junto a una evitación de experiencias en las que el cuerpo se vea expuesto (piscina, playa, camiseta, top, bikini...).
Pues tengo que darte una buena noticia, y es que no hay examen. Te preguntarás qué quiero decir con esto. Pues lo que quiero decir es que no tienes que comparar tu cuerpo con el de otras personas y si lo haces recuerda que no hay examen.
Si somos capaces de no compararnos con los cuerpos de otros y aceptamos que somos diversos y que todos los cuerpos son válidos nuestra vida sería más plena y feliz.
Esta analogía la suelo hacer en mis talleres de prevención en trastornos alimentarios abordando la imagen corporal y me pareció una buena idea para una campaña de prevención de trastornos alimentarios. Así que nos pusimos en marcha y gracias a tener un grupo de compañeras/os que trabajan en la misma área y que comparten visión como es la FamiliaCEM sucedió la magia.
A continuación te dejo el video de la campaña. Si conecta contigo no dudes en compartirlo entre las personas que conoces y trata de difundir el mensaje.
Te deseamos un feliz verano!!