Es lo que vemos cuando nos miramos al espejo, y cómo creemos que nos ven los demás físicamente.
La imagen que tenemos de nuestro cuerpo influye en nuestra identidad, nuestro autoconcepto y nuestra autoestima. Nos define y forma parte de nosotros, de cómo somos.
¿Cómo se forma la imagen corporal?
“La imagen corporal es la imagen que nos creamos en la mente sobre nuestro propio cuerpo, es decir la forma en que lo vemos”. Schilder (1935)
Además de la percepción corporal hay un aspecto aún más importante que es la evaluación que hacemos de esa imagen o cómo nos sentimos con respecto a ello.
En trastornos alimentarios hay una insatisfacción corporal y un rechazo al mismo.
El tercer aspecto es la actitud que se toma ante esa percepción física y la emoción que le ha suscitado. Es decir, hay personas que aceptan lo que ven, otras que se enfadan, y algunas que llevan a cabo medidas para verse y sentirse mejor. Esas medidas pueden ser sanas (sacarse partido, hacer ejercicio y comer adecuadamente, o patológicas (obsesión limitante, dietas restrictivas y sin supervisión).
¿En qué momento preocupa más la imagen corporal?
La preocupación por la imagen física es universal. Arreglarse para potenciar nuestro aspecto físico nos da placer y orgullo, además de proporcionarnos ventajas evolutivas y sociales.
Las niñas aprenden pronto a cuidar su aspecto físico para obtener la aprobación social.
La adolescencia ha sido habitualmente la edad de más vulnerabilidad, aunque esa edad se está adelantando peligrosamente. A partir de 13 o 14 años los chicos y chicas están buscando información ajena a la familia que les ayude a saber cómo son y a crear su propia identidad.
La preocupación por el aspecto físico tiene el doble de incidencia en la mujeres que en los hombres (Harris y Carr, 2001). Aunque está creciendo entre los varones, y los mensajes que incitan a cuidar la imagen física masculina son cada vez más numerosos.
La autoestima femenina a menudo está condicionada al grado de atracción percibido (Guiney y Furlong, 1999).
Otro aspecto importante es el papel de la familia en esta preocupación por la imagen. Hay estudios que han demostrado una correlación entre las preocupaciones de los padres respecto a su propio peso y/o el de sus hijas, y la insatisfacción corporal de sus hijas (Slade, 1994).
Las bromas familiares y de compañeros de clase incrementan aún más esa insatisfacción.
También es interesante conocer qué influencia tienen las muñecas con las que juegan las niñas en su imagen corporal (aunque cada vez más niños juegan con muñecas, nos vamos a referir a las niñas para relacionarlo con su imagen corporal).
Ya que tus hijas juegan con muñecas que acabarán amargándoles la vida.
Pero de eso hablaremos en nuestro próximo post, no nos adelantemos...
Para saber más
- Superar una imagen corporal distorsionada: Un programa para personas con trastornos alimentarios. Bell, L. Rushforth, J. 2010. Ed. Alianza Ensayo.
- Imagen corporal y autoestima. www.kidshealth.org
- Imagen corporal. www.plannedparenthood.org
4. Cómo saber si tienes una imagen coporal negativa y 7 pasos para mejorarla. Post en Blog Lifeder
Imagen de portada de Christy Mckenna (Creative Commons)