En el post de la semana pasada titulado Dudas de una Profesora, Marga Villafaina, profesora de matemáticas de un instituto extremeño, contaba sus dudas sobre qué hacer ante un caso, o sospecha, de un trastorno alimentario en el aula. Ella explicaba su propia experiencia en el centro y las de otras profesaras.
En este artículo voy a tratar de arrojar luz a todo ese profesorado que quiere saber cómo manejar la situación para ayudar a la persona afectada y a sus familias.
Detección precoz en clase
Una de las cosas que puede hacer el profesorado es detectar con precocidad la aparición de un trastorno alimentario. Cuanto antes se detecte, antes se podrá iniciar un tratamiento y mejor será el pronóstico.
Para ello es importante conocer las conductas de riesgo. Éstas no garantizan la existencia de un trastorno, pero si nos ponen sobreaviso.
En un centro educativo se pueden dar las siguientes:
- No comer nada durante la jornada escolar.
- Tirar la comida que lleva de casa a la papelera.
- El recreo es el momento en que podría hablar o pasarse dietas con compañeras, no comer nada, vomitar en el baño.
- En las clases de educación física, hay una obsesión por el ejercicio. Y pide ejercicios para hacer en casa, o alguna dieta.
- Cambio de estado de ánimo. Depresión. Irritabilidad. Cambios bruscos de humor.
- Falta de concentración: no se concentra por obsesiones y debilidad por desnutrición.
- Mayor aislamiento.
- Comentarios frecuentes sobre el cuerpo que muestran su insatisfacción corporal.
- Alumno/a perfecto: la alumna/o que nunca ha dado un problema y es muy perfeccionista. Se aisla, y está centrada sólo en los estudios.
- La primavera y el verano son épocas donde hay que mostrar más el cuerpo, y muchas personas se plantean adelgazar.
Los síntomas que nos puede alertar de la presencia de un trastorno alimentario son los siguientes:
- Pérdida rápida y significativa de peso, sin que haya una enfermedad física que la justifique.
- Dieta restrictiva de comida.
- Amenorrea (pérdida de la regla de al menos 3 meses de duración) inexplicable, en las chicas.
- Desmayos. (Pueden producirse por la dieta estricta)
- Presencia de conductas extrañas para perder peso.
- Miedo desmesurado a ganar peso.
- Ejercicio físico excesivo, sin justificación.
- Agotamiento: síntomas de cansancio, sueño.
Tras la observación, y ante la presencia de síntomas de alarma, podemos hacer 2 cosas:
1) Hablar con la alumna/o para indagar sobre sus preocupaciones, miedos, bienestar. Ir desde observaciones más generales (cómo te va el cole, con los amigos...), hasta observaciones más concretas (te noto más triste, que has perdido peso...). El objetivo es saber algo más sobre el problema. Utilizar una comunicación sin reproches, ni juicios de valor.
2) Avisar a la familia y decirle lo que hemos observado, y preguntarle si han notado si su hija/o:
- Se pesa con frecuencia.
- Tiene una excesiva preocupación por publicidad sobre productos adelgazantes.
- Hace frecuentes comentarios sobre su cuerpo, que denotan su insatisfacción corporal.
- Evita ir a lugares públicos a comer.
- Se muestra inquieta, tensa, y nerviosa a las horas de las comidas.
- También sería interesante preguntarle si han observado que desaparezca comida de la cocina.
Podemos también recomendar a la familia que acuda a las asociaciones de familiares de trastornos alimentarios, para pedir asesoramiento sobre los pasos a seguir.
Y decirles, por otro lado, que el tratamiento se inicia con el médico de cabecera que hará una primera valoración, y derivará posteriormente a salud mental.
Formación para el profesorado
La formación existente sobre trastornos alimentarios para el profesorado en los últimos años ha ido por ciclos. Es decir, ha habido varios años donde se ofrecían cursos de formación sobre esta materia desde los CPR (centro de recursos para el profesorado), alternados con otros donde no se ofertan, y aparecen otros cursos de temáticas diferentes. Por ejemplo, en la actualidad, los cursos de acoso escolar se están ofertando mucho.
También desde algunas asociaciones en defensa del tratamiento de los trastornos alimentarios se desarrollan jornadas o cursos dirigidos al profesorado de manera puntual. Se puede consultar el Listado de Asociaciones de FEACAB para saber la oferta formativa para el profesorado en cada zona geográfica.
Por otro lado existen materiales de educación para la salud, pensados para el profesorado, como el Documento de Apoyo para las actividades de Educación para la Salud sobre Trastornos del Comportamiento Alimentario.
Puedes consultar también los Recursos para Educadores de nuestro blog donde encontrarás páginas de interés, libros y artículos y bibliografía recomendada.
Quizá la mejor solución sería que hubiera un protocolo de actuación para el profesorado. Un documento online que estuviera junto al resto de protocolos de actuación para otras problemáticas, que deben conocer en todos los centros educativos, y sirviera para saber de forma clara los pasos a seguir ante la sospecha o la existencia de un trastorno alimentario.
¿Y tú, has tenido alguna dificultad en el aula a causa de no saber qué hacer ante la sospecha o presencia de una persona con un trastorno alimentario en el aula?
Podéis dejar vuestras dudas o aportar recursos en los comentarios.