Hace algún tiempo me topé con una revista del corazón, estaba esperando y me puse a ojearla.
En uno de los reportajes de esta publicación, 2 jóvenes diseñadoras, en una entrevista comentaban que estaban reinventando los bañadores de niñas y cito textualmente: “Buscamos diseñar trajes de baño diferentes y con un toque adulto y más sofisticado de lo que es habitual en la moda para niñas”. En las imágenes del reportaje aparecen varias niñas de unos 6 u 8 años, muy maquilladas, la mayoría con cara seria y unos bañadores que bien podrían llevar sus madres.
Menos mal que, como decían las diseñadoras en la entrevista, no es habitual. Las niñas deben preocuparse por jugar, reír, aprender, saltar en los charcos, ensuciarse en el parque, y bañarse en la playa o en la piscina, sin olvidarnos de las responsabilidades propias de su edad como ayudar en casa, hacer los deberes y demás. Igual que los niños. Pero cargar a las niñas con la losa de parecer adultas con 6 u 8 años, de salir perfectas en su traje de baño, de adultas, para recibir la aprobación de los demás, o los elogios por su belleza, elegancia, formalidad y en definitiva, por parecer más mayores, es un esperpento.
La infancia es una etapa maravillosa llena de aprendizajes y descubrimientos. A partir de los 6 años las niñas y niños van siendo más autónomos, van teniendo más vida social, quieren pasar más tiempo con sus amigos, tienen una mayor capacidad para exponer sus ideas y sentimientos. Pero te aseguro que entre sus responsabilidades y características propias de esas edades no está parecer más mayores.
No podemos saltarnos etapas del ciclo vital.
Si tienes hijas en esta edad, igual que si son varones, puedes hacer muchas cosas por ellas:
- Demúestrales que les quieres. Dedícales tiempo y sonrisas cuando compartís momentos juntos.
- Valora lo que hacen bien.
- Dales responsabilidades propias de su edad.
- Interésate por ellas, por sus amistades, preocupaciones, por sus clases.
- Enséñalas a tener paciencia. A que ciertas cosas a veces tardan en llegar y requieren esfuerzo. Es importante que tengan tolerancia a la frustración.
- Ponles reglas claras para que las respeten.
- Deja que resuelvan sus problemas, que tomen sus decisiones.
Si verdaderamente quieres que tus hijas sean felices no les compres bañadores de adultos, porque si lo haces, y sin darte cuenta, les habrás dirigido a la cárcel de la belleza, de estar siempre perfectas, de pensar más en los demás que en sí mismas, de la apariencia y lo superfluo.
Sólo te pido una cosa, ya seas mamá, papá o diseñadora de moda:
¡¡Dejad a las niñas ser niñas!!
Porque esa maravillosa etapa es única, no se repetirá jamás, pero sobre todo, merece ser disfrutada y respetada.
Si lo deseas, puedes escuchar este post en el podcast de Radio 5.